La luna es una de las influencias más poderosas, no sólo en el comportamiento de las personas, sino también en el de los animales. Su presencia ha sido asociada a las leyendas más escalofriantes, tales como la del hombre lobo. Sin embargo, hay más verdad en las leyendas de lo que a nivel científico se suele aceptar, puesto que se ha comprobado que existe una alteración metabólica en los seres vivos a medida que va cambiando de fases. ¿Te animas a descubrir cómo te afecta?

Luna Llena: es quizás la más emblemática de todas sus fases y, por ende, la más temida de todas, puesto que las personas se comportan de forma mucho más agresiva bajo su influencia. Por otro lado, tiene una parte muy positiva y es el hecho de que sea la mejor luna para intentar un embarazo, puesto que es la fase más fértil de la misma. Es una excelente luna para iniciar una relación de pareja, ya que la misma será a muy largo plazo. Si tienes asuntos legales pendientes, esta es la fase para solucionarlos.

Luna Nueva: es la luna de la depuración y purificación. Así es que si tienes pensado algún ayuno desintoxicador, este es el momento. Si tienes algo postergado, inícialo bajo su influencia, puesto que te irá mejor de lo que imaginabas. A su vez, es la mejor fase para abandonar vicios y costumbres nocivas.


Luna Creciente: también conocida como “cuarto creciente”, su palabra lo indica todo: es hora de emprender nuevos proyectos. Consta de dos fases, la primera de las cuales tiene lugar tres días y medio luego de haber comenzado este ciclo y sus efectos son el crecimiento, desde el punto de vista de los negocios y otros proyectos, resulta ideal. Cuando hablamos de crecimiento, nos referimos a él en el amplio y el estricto uso de la palabra, ya que es una etapa para crecer tanto en lo que se refiere al cuerpo, como en lo referente a la mente y al pensamiento. Su segunda fase nos recuerda que es mejor consolidar aquello que recién se ha iniciado antes que seguir buscando o poniéndose al día con viejos planes y proyectos; siempre es mejor consolidar, así preparamos el terreno para que luego se desarrolle. De lo contrario, nunca terminaremos de ver los resultados de aquello que con tanto esfuerzo logramos iniciar.

Luna Menguante: se trata de la parte final del ciclo lunar y también cuenta con dos fases. La primera de ellas es una invitación a vivir la vida con actividades de ocio; hay un importante acercamiento con los amigos y con la familia. Si hemos conseguido nuestras metas, es hora de compartir esta experiencia con los más allegados. Su segunda etapa resulta peligrosa en cuánto a los quiebres y rupturas se trata. Por ello se recomienda esperar a que pase este ciclo lunar para tomar decisiones definitivas. A rasgos generales, esta etapa es idónea para despojarse de etapas de depresión y de tristeza. Los enfermos de gravedad tienen su oportunidad de recuperarse durante este período.