Leo
Las cinco cosas que más odia el signo de Leo
Los reyes, sean de una tierra o de sí mismos, cultivan lo mismo amores que odios, y ninguno de ellos los cultiva más intensamente que el león. Dueño de su destino y de sus batallas, está obligado a ver enemigos en todo viento adverso, pues si se descuida, su vida puede venirse abajo como un castillo de naipes.
1. La gente más elegante
En toda reunión o evento, se puede ver la manera en que los nativos del signo del león se esmeran en ser los mejor vestidos, los más bellos, los que atraen todas las miradas. Esto no sólo tiene que ver con la vanidad: es toda a estrategia de dominación.
Leo sabe que su mejor divisa es él mismo, y por ello le saca partido a su presencia. A pesar de sus metódicos preparativos, sin embargo, más de una vez le ocurre que alguien más elegante y deslumbrante que él se presenta, y atrae todas las miradas.
Para Leo esta es una de las peores tragedias, pues le deja fuera de los reflectores que le son tan necesarios para la sobrevivencia.
2. Los celos
Seductor natural, a Leo le cuesta (por así decirlo) elegir una entre las muchas opciones que l amor le brinda. Ello le conduce, sin duda, a ser el más infiel de los signos. Pero quiere que esas aventuras transcurran sin problemas ni reproches. Y en esa tesitura si hay algo que no tolera son los celos, de cualquier índole y por cualquier motivo. Un ataque de celos, de hecho, le puede servir como razón para terminar una relación de manera inmediata.
3. El rechazo
Todo rey, como se concibe a sí mismo Leo, sabe que tiene derechos naturales (o al menos vive convencido de ello). Leo no es a excepción, y tiene el convencimiento de que espacios y personas se les deben entregar sólo por el hecho de que las ha deseado. Un “no” es, en estos casos, la más grave de las ofensas que le puede hace al orgulloso león.
4. Los coches ajenos
Leo tiene al estatus y a todo lo que se relaciona con él como una de las partes esenciales de la vida. Uno de los objetos que para este signo concentra todo el prestigio que se puede ganar es el automóvil. Y desde luego quiere el más costoso, el más lujoso y el más nuevo… pero si el vecino lo tiene antes…
5. Que le pidan calma
La naturaleza felina de los Leo los mueve a siempre estar merodeando, a buscar las oportunidades de su fuente, a buscar su próximo objetivo. Viven con intensidad y sin descanso. Y suelen poner nervioso a más de uno. Ante esa vivacidad es mala idea pedirles trabquilidad…