Virgo
Las cinco cosas que más odia el signo de Virgo
La fiesta eterna en la que viven los nativos de Virgo puede tener un fin amargo: cuando se topan con aquello que sienten que les amenaza o les ata. Y no son pocas cosas. A los Virgo les repele todo aquello que hace pesada la vida y las relaciones humanas. Y algunos de estos enemigos son reales y otros meramente imaginarios.
1. Perder el tiempo
Para los Virgo la vida es el bien más valioso que se nos concede, y desperdiciarla es uno de los peores pecados que podemos cometer. No concibe ningún pretexto que pueda permitirnos dejar de lado los placeres de la vida. Para él aquel tiempo que no se gasta en ellos que se nos brindan, es tiempo perdido.
El problema es que a veces ese tiempo perdido es que se dedica, por ejemplo, al trabajo o a la educación. Virgo no sabe repartir muy bien las prioridades, y su idea del tiempo bien empleado merece, sin duda, una revisión.
2. La pobreza
Virgo es el espíritu del hedonismo encarnado, y no concibe una vida sin el estatus y los placeres que brindan el lujo y el dinero. Nació para una vida confortable, que no siempre obtiene, pero por la que está dispuesto a todo. La idea de las limitaciones económicas le aterra, pero más por un sentido práctico, porque cree que significan el final de sus sueños de grandeza y de bienestar. Como si la posible miseria fuera un terrible reino al que se le podría desterrar.
3. El trabajo mal hecho
Los Virgo poseen un control de calidad intrínseco, y así como resultan grandes supervisores de lo que otros hacen, también manifiestan una aversión incontenible por los malos resultados, los productos imperfectos y los malos trabajadores. Si tu jefe es un Virgo, más vale que cumplas al 100% con tus deberes.
4. La edad
Los joviales Virgo ven sus risas acalladas por el paso de los años. No conviven sanamente con las arrugas y con las limitaciones que llegan aparejados con la edad (si bien hay que decir que su aspecto no desmejora con el paso del tiempo, si no todo lo contrario). Se trata de personas que, por desgracia, no sienten mucho aprecio por los ancianos.
5. La culpa
Cuando ocurre algún accidente, descuido e incluso actos malintencionados relacionados con un Virgo, mejor olvidarse de que tome alguna responsabilidad o de que, al menos, pida perdón. En parte por su perfeccionismo que le hace concebir imposible la idea de cometer errores. Y en parte porque, sencillamente, no cree en la culpa, ni la desea. Mejor ponerse manos a la obra a reparar lo deshecho. Y mejor ni hablarle sobre las culpas que otros sufren.