La idea que tenemos del Ciervo no tiene nada que ver con lo que este animal sagrado representaba para los azteca. Como era un emigrante que venía rara vez del norte, el ciervo era considera un producto del viento, difícil de cazar: en no pocas ocasiones enfrentaba a sus perseguidores con fiereza y con éxito.

Si naciste en los días que corresponden a este signo eres una persona que valora en mucho su independencia. Vas a la montaña, pero no te quedas en ella: sigues hasta conquistar otra cima más alta.

No temes la opinión de los demás, y vas por la vida bajo tu propio mandato. Eres ligero y te diviertes con facilidad. Prefieres el diálogo contigo mismo que una charla, y los amores casuales a las relaciones duraderas.

Eso marca tu mayor problema: no puedes evitar que, de vez en vez, la soledad campe en tu corazón. Es ahí cuando crees ver amenazada tu amada libertad. Concibes que el amor puede ser el fin de tus caminatas solitarias, la entrega de todos tus secretos.

Eres una persona que ama lo espejos, y al paisaje que te rodea: lo ves como una oportunidad para perderte, y atender sólo a tus propias leyes.