(Del 4 al 8 de febrero, del 1 al 14 de mayo, y del 5 al 13 de agosto)

El nombre de este árbol sagrado proviene de la palabra celta aeda que significa “el que evita la muerte”. Estaba dedicado a Hécate, diosa del averno griega, que concedía la resurrección a aquellos que la merecían.

Si tienes al Álamo como tu árbol natal, entonces eras un adicto a la adrenalina. Te gusta vivir el riesgo en todas sus formas, pues crees que una existencia que brilla más, alcanza una mayor resonancia en el tejido del tiempo.

No sólo te atrae el riesgo físico, sino también el existencial y el económico. Te pruebas a ti mismo con frecuencia, para conocer tus limitaciones, pues sólo de ese modo podrás vencerlas, y expandirte más allá de ti mismo.

Eres un gran inversor que sabe poner el dinero en donde crece. Sabes llevar adelante una empresa, y hacer crecer los beneficios incluso en época de vacas flacas.

Eres un amante dedicado, pero una pareja inconstante. Es que tu amor al riesgo también se irradia a la infidelidad, que consideras justificada: la vida, te parece, es demasiado corta para dedicarla a una sola persona.

AMULETO: Tres hojas de álamo en una cinta roja.