(21 de marzo)

Tan grande y macizo, este árbol siempre se ha ligado a los dioses. Su longevidad hizo que los celtas lo considerasen inmortale, y eligieran a los más viejos de sus bosques para oficiar en ellos sus ceremonias. Eran el lugar señalado para el encuentro con los mensajeros divinos: esas criaturas que nosotros conocemos como ángeles.

Si el Roble es tu árbol de nacimiento entonces eres una persona de gran fortaleza, tanto en tu carácter y personalidad como en términos físicos. No rehúyes una pelea ni una competencia. Sueles ponerte retos y pruebas a menudo, tanto para constatar tu buen estado mental como el físico.

Entre esas pruebas, la seducción es una de las más importantes. Te gusta enamorar, no tanto porque te sientas necesitado de cariño, sino por comprobar si tu atractivo sigue intacto. Y eso te lleva de lastimar en no pocas ocasiones.

Usas tu fuerza en buenas obras, y tienes un gusto por intentar tanto lo imposible como lo titánico. No lidias bien con el fracaso, pero cuando miras atrás, incluso en tus fallos, encuentras la belleza única de quien intentó la grandeza.

Prestas ayuda de manera sincera y desinteresada a quien la necesita. Tu corazón es tan poderoso como noble.

AMULETO: Una rama de roble sobre el dintel de tu puerta.